martes, 18 de febrero de 2014

Secretos para comenzar el día en positivo



El optimismo y la esperanza con el que encaramos los avatares cotidianos nos impiden caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades. Esta manera de sentir y vivir es la base para comenzar cada día con una mirada positiva. Los problemas y las situaciones difíciles son parte de la vida misma, no podemos escaparnos de ellos, sólo debemos enfrentarlos con tesón para sortearlos con éxito y satisfacción personal. Más aún, la vida es nuestro propio sentimiento de las cosas que nos pasan, estando éstas supeditadas a nuestras actitudes y decisiones. Esas actitudes, esas decisiones y esos sentimientos hacia las cosas que nos pasan forjarán nuestro éxito en la vida. Pero este éxito no sólo es medido desde el punto de vista social o profesional, sino también y principalmente desde el punto de vista personal.
Cada día que comienza debe aceptarse como un regalo del cielo, como una nueva oportunidad para enfrentar los contratiempos y ganar la batalla. Cuando los problemas surgen es necesario asumir una postura desafiante que nos permita tomar conciencia de que hay mucho por hacer para que las cosas salgan mejor y, por lo tanto, encontrar una salida verdaderamente exitosa. Para ello, es preciso tener en cuenta que este tipo de actitudes es impuesto por uno mismo, pues nadie nace optimista o pesimista, sólo es una cuestión de formación, experiencia y predisposición. Cualquier edad, cualquier momento es propicio para efectuar una “vuelta de hoja”, que nos permita comenzar a ver la vida de una manera más positiva. En definitiva, uno mismo es responsable de sus propias actitudes y, aunque puede no ser fácil, pueden cambiarse y uno debe estar siempre dispuesto a mejorarse a sí mismo. 

Desafíos cotidianos para vivir con optimismo

En cierta forma muchas de nuestras experiencias diarias (esperar, andar, estudiar, trabajar, etc.) pueden acercarse a una experiencia desafiante, aunque, naturalmente a veces no es fácil, pero sólo intentarlo puede mejorar en mucho dicha experiencia. En este sentido, es importante destacar que los desafíos importantes no son los que realmente se presentan, sino aquellos de los que la persona sea consciente de ellos. Igualmente, no son las habilidades que realmente poseemos lo que determina nuestros sentimientos, sino las que nosotros pensamos que poseemos o que queremos adquirir.
Todos conocemos individuos que pueden transformar situaciones desesperadas en desafíos que superar, simplemente por la fuerza de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante, no sólo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla.
La aplicación de todo esto no es algo que se hace una vez en la vida y nos olvidamos del tema, sino que es un continuo reto. Con un poco de práctica e interés, cada uno de nosotros puede conseguir un estilo de vida más positivo mentalmente, que nos pueda llevar a mayores éxitos personales e incluso profesionales.

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