No siempre contamos con el tiempo necesario para
dedicarle a una actividad física o un deporte. Sin embargo, diariamente y sin
darnos cuenta llevamos a cabo una serie de ejercicios y movimientos que benefician
al cuerpo, como por ejemplo los trabajos en el jardín. La jardinería es una
auténtica "gimnasia doméstica" que no sólo nos permite poner al
cuerpo en movimiento, sino que además constituye una excelente actividad
terapéutica para que podamos despejar la mente y liberarnos del estrés.
Aunque vivas en un departamento, siempre puedes encontrar
un pequeño rincón para colocar un macetero y trabajar sobre él. Dedicarle
tiempo al jardín es una alternativa válida para reemplazar una rutina de
ejercicios. Eso sí, debes considerar algunos aspectos generales: trata de
respirar de manera profunda y consciente durante las labores, adopta posiciones
adecuadas sin forzar la columna, mueve brazos y piernas al finalizar el trabajo
y utiliza siempre una indumentaria cómoda y liviana.
El gimnasio natural
El jardín constituye un verdadero espacio de
entrenamiento físico y recreación. La energía que consumes cortando el césped
es tanta como la que gastas trotando cinco kilómetros. Asimismo, muchas labores
domésticas pueden considerarse ejercicios: limpiar la casa, plantar flores y
árboles, recoger hojas secas con el rastrillo, ir de compras al supermercado,
pasear el perro, regar, lavar a mano o bailar. Incluso las actividades de
interior son muy buenas para conservar la línea: arreglar cañerías, cargar
cajas, barrer las alfombras, emplear el torno o martillar clavos en madera.
La sensación de bienestar que produce una tarea doméstica
es doble; por un lado cumples con un trabajo determinado, y por otro llevas a
cabo una actividad física. Transformar las tareas diarias del hogar en un
entrenamiento corporal es una excelente alternativa para aprovechar el tiempo,
ahorrar dinero y cuidar la salud.
Fuerza controlada
Cualquier trabajo que implique utilizar el cuerpo te permitirá
quemar calorías. Sin embargo, a la hora de levantar una carga pesada debes
tomar ciertos recaudos para prevenir lesiones y mantenerte en buen estado
físico:
Venda siempre tus rodillas cada vez que cargues objetos
pesados. Soporta el peso en las piernas manteniendo siempre la espalda erguida
y flexionando las rodillas.
Antes y después del trabajo, estira los músculos para
mantenerlos ágiles y flexibles. Descansa entre tarea y tarea al mismo tiempo
que repites los estiramientos.
Al igual que en la jardinería o las tareas del hogar,
piensa en la manera de estirar los músculos mientras trabajas conservando
siempre una postura controlada y no forzada. Por otra parte si estableces un
ritmo de trabajo junto con una respiración profunda, puedes obtener grandes
beneficios cardiovasculares.
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