Unos de los
libros más polémicos y con más vigencia sobre dietas es “La revolución
Dietética” del Dr. Robert Atkins. Más de 30 años desde su primera edición en
los Estados Unidos, la “Dieta Atkins”-como se la conoce mundialmente- es un
emblema en la historia de la nutrición sobre pérdida de peso. Incluso hoy a 10
años de la muerte de Atkins (como consecuencia de un accidente), su “Revolución
Dietética” sigue dando que hablar, y mucho.
Pero qué es lo
que hizo el Dr. Atkins para llamar tanto la atención con su libro. Lo primero
que planteó es la responsabilidad de los Carbohidratos (almidones y azúcares)
en los problemas de sobrepeso y obesidad, además de la falta de energía y
vitalidad corporal en quienes llevan una dieta diaria rica en carbohidratos.
Inteligentemente Atkins siempre se refiere a ellos como “carbohidratos
refinados” (azúcar blanco, harinas blancas y todos los productos elaborados con
estos dos ingredientes). Esto puso de cabeza al ABC de la nutrición de las
últimas cuatro décadas, y que se sostiene hasta la actualidad: los
Carbohidratos como la base de la alimentación saludable y equilibrada.
Al reducir
drásticamente la ingesta de carbohidratos a una ínfima porción en la dieta, el
cuerpo entra en un estado de cetosis, lo que significa que quema su propia
grasa como combustible. Durante la cetosis, el cuerpo obtiene energía a partir
de cetonas, pequeños fragmentos de carbón que son el combustible creado por la
ruptura de las reservas de grasa. En este estado se tiende a sentir menos
hambre, y por lo tanto es muy probable que uno coma menos de lo que lo haría de
otra forma. Sin embargo, la cetosis también puede causar una variedad de
efectos desagradables (como aliento con olor inusual y estreñimiento).
Como resultado de
este proceso iniciado en un alto consumo de proteínas y un inexistente consumo
de carbohidratos, el cuerpo cambia de un motor de combustión de carbohidratos a
un motor quema grasas. Así las reservas de grasa pasan a ser la fuente de
energía primaria y se comienza a perder peso. Pero, ¿qué sucede a largo plazo?
Muchos profesionales de la salud cuestionan los efectos de la Dieta Atkins en
períodos prolongados.
Ahora bien, personalmente
comparto la idea de lo nocivos que son para el cuerpo los carbohidratos simples
(conocidos como “azúcares”) y aquellos carbohidratos complejos o almidones
provenientes de productos refinados o “blancos”. Pero de ahí a desterrarlos a
todos los carbohidratos de la dieta prácticamente para siempre, hay una gran
diferencia conceptual. Hoy el trabajo intelectual ha sobrepasado al trabajo
físico en la mayoría de los empleos, y el cerebro necesita glucosa para
funcionar en forma óptima, obteniéndola de los carbohidratos.
El valor de los
carbohidratos de alta calidad en la nutrición es indudable. Una dieta rica en
cereales integrales, granos, frutas y verduras es altamente saludable al cuerpo
ya que aporta energía de calidad (cosa que no sucede con el azúcar blanco) y
enormes cantidades de micronutrientes esenciales, como vitaminas y minerales.
Tan importante como esto es el consumo de proteínas de alto valor biológico y
grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (aceites vegetales, pescados). Pues la
importancia de todos los nutrientes esenciales no se reconoce en la “Dieta Atkins”,
sólo el de las proteínas y las grasas.
Por otra parte
lleva el tema de los carbohidratos a sus efectos en el organismo desde el punto
de vista de la historia de la humanidad. Pero no podemos obviar la evolución
del hombre y el contexto actual, el incremento del trabajo intelectual, la
industrialización, etc. Porque de otro modo deberíamos salir a cazar animales
en medio de la selva para alimentarnos como cavernícolas. Este punto es
engañoso, porque si bien Atkins siempre hace referencia a los carbohidratos de
mala calidad (presente en gaseosas, snacks, pastelería, galletas), la impresión
que a uno le queda es que los Carbohidratos son dañinos en todas sus formas.
Además habla de enfermedades del metabolismo y cómo los niveles de azúcar en
sangre alteran nuestra calidad de vida. Es decir, quien consume carbohidratos y
posee sobrepeso de alguna manera, para Atkins, se presupone como un
prediabético. Es aquí donde no se consideran factores como el estrés,
responsable también de la falta de energía, fatiga y cansancio. Y en el
análisis histórico tampoco Atkins menciona las dietas de las culturas
mediterráneas (que incluyen el consumo de grandes cantidades de carbohidratos)
o las dietas de las poblaciones asiáticas, basadas en su gran mayoría en
preparados a base de arroz (un alimento rico en carbohidratos). Además algunas
poblaciones de Oriente son las más longevas del mundo, precisamente por el alto
consumo de carbohidratos en su dieta y el estilo de vida libre de estrés.
La
Dieta
Atkins es
básicamente una dieta hiperproteica, rica en proteínas y grasas de origen
animal. También es una dieta disociada ya que no aconseja el consumo de
proteínas y carbohidratos en un mismo plato (esto se deduce claramente de los
menús que propone). En síntesis es una dieta estricta peligrosa para el
organismo si se sigue a largo plazo. Al ser privativa de un macronutriente,
como los carbohidratos, el cuerpo puede sobrecargar el trabajo del hígado, los
riñones y el colon, debido a las grandes ingestas de proteínas y grasas. Lo mejor
que tiene la Dieta Atkins
es el lenguaje en la cual está escrita, el marketing a lo largo de los años y
la publicidad que algunos artistas de Hollywood le han hecho. Es cierto que con
esta dieta se baja de peso rápidamente en las primeras semanas, pero el precio
que se paga a largo plazo puede ser demasiado alto. Además al final del libro
el mismo Dr. Atkins reconoce que esta dieta debe seguirse toda la vida, sino el
peso volverá. Sin embargo no puedo llegar a imaginarme un estilo de vida
saludable desayunando toda la vida cantidades de huevos fritos con tocino, café
negro con crema y tortillas de fiambre con mostaza.
Sigo defendiendo
la distribución de nutrientes que aporte a la dieta diaria la suficiente
cantidad de carbohidratos complejos (de alta calidad), grasas y proteínas. Una
dieta equilibrada es precisamente eso: equilibrio. Algo de lo que parece
carecer la Dieta
Atkins.
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