Estas son las respuestas a las preguntas que muchas personas
se hacen a la hora de conocer si poseen una buena forma física y si ese estado
está íntimamente relacionado con su silueta.
¿Qué es en realidad la “buena forma física”?
La buena forma física es un estado óptimo de salud y bienestar corporal. Está asociada con el término inglés “fitness”, cuyo significado literal al español es “aptitud”. Alcanzar una aptitud o buena forma física implica ni más ni menos que seguir un estilo de vida que dé prioridad a la alimentación sana y balanceada y a la actividad física regular. Aunque la buena forma física jamás puede disociarse de la buena forma “mental”, por eso es necesario reforzar la nutrición y el ejercicio con técnicas de relajación y meditación que ayuden fundamentalmente a mantener la mente libre de toda enfermedad o depresión.
Está muy de moda la expresión “estar en forma” pero ¿cuánto tiene que ver con la estética, cuánto con la nutrición y cuánto con la salud?
En el sentido adecuado “estar en forma” significa verse y sentirse bien. Si no existe un equilibrio entre estética y salud es imposible alcanzar una buena forma física. Por eso en la actualidad el concepto de “estar en forma” está vinculado con el de vida sana. Y no hay vida sana sin una nutrición sana y una lógica preocupación por la estética. Sucede que quién toma la decisión de estar en forma necesita contar con el asesoramiento adecuado para no obsesionarse con la dieta, el gimnasio o la belleza del cuerpo. Lo mejor es adoptar un proceso de cambio gradual, después de todo el fin es un solo y muy valioso: estar bien... estar en forma.
¿Qué es lo mejor que puedo hacer para alcanzar una “buena forma física”?
Lo primero y más importante es tomar conciencia de la importancia que tiene cuidar el cuerpo para conservar la salud. A partir de esta base se puede construir una buena forma física aceptable y duradera. Las fórmulas mágicas no existen, para estar a gusto con uno mismo es preciso sacrificarse, pero en el buen sentido de la palabra. El esfuerzo y la constancia en seguir hábitos alimenticios sanos y coherentes más una actitud de predisposición para con la actividad corporal son los pilares necesarios para alcanzar un cuerpo saludable y esbelto. Y no hay excusas: puedes empezar en el mismo instante en que estás leyendo este artículo, sólo es cuestión de tomar la decisión de cambiar ahora y para siempre. ¿Te imaginas como te verías en el espejo dentro de 6 semanas si comes bien y mueves el cuerpo diariamente?
¿Cómo puedo hacer para mantenerme siempre “en forma”?
Para conservar una buena forma física es imprescindible mantener la continuidad en el ejercicio físico, y es importante no realizar súbitamente ejercicios violentos o de extrema tensión. Por ejemplo con un previo estado corporal óptimo, caminando diariamente 15 a 20 cuadras puedes estar en forma de por vida. Por otro lado evitando los excesos de grasas, dulces, alcohol y tabaco conseguís estar en buen estado siempre que tu actitud sea positiva respecto a seguir una vida sana como parte de tu cultura diaria.
Por último es muy importante mantener un equilibrio emocional: intenta controlar la ansiedad y el estrés a través de ejercicios de respiración. De esta forma puedes promover el descanso adecuado para renovar las energías que tu cuerpo requiere en cada jornada.
¿Necesito pasar hambre o matarme en el gimnasio para estar en buena forma?
Bajo ningún aspecto, nada más errado que privarse de los alimentos y excederse con la actividad física para estar bien. El secreto está en equilibrar la nutrición y el ejercicio en pos de un mayor bienestar general que redunde en una buena forma física. Pero esto no implica dejar de lado los placeres que nos ofrece la comida al paladar o el ocio a la recreación física y mental. Nada te impide comer un helado o una pizza, siempre que lo hagas con criterio y sin excesos. Tampoco debes dejar de lado el descanso recreativo: disfrutar del aire libre, mirar una película, compartir reuniones con amigos y familiares, etc. Estar en buena forma no es estar aburrido, todo lo contrario, es ni más ni menos que vivir en plenitud y vitalidad cada momento de la vida. Sólo debes asegurarte de mantenerte vital y con energía, y para ello es imprescindible cuidar tus hábitos diarios.
¿Qué es en realidad la “buena forma física”?
La buena forma física es un estado óptimo de salud y bienestar corporal. Está asociada con el término inglés “fitness”, cuyo significado literal al español es “aptitud”. Alcanzar una aptitud o buena forma física implica ni más ni menos que seguir un estilo de vida que dé prioridad a la alimentación sana y balanceada y a la actividad física regular. Aunque la buena forma física jamás puede disociarse de la buena forma “mental”, por eso es necesario reforzar la nutrición y el ejercicio con técnicas de relajación y meditación que ayuden fundamentalmente a mantener la mente libre de toda enfermedad o depresión.
Está muy de moda la expresión “estar en forma” pero ¿cuánto tiene que ver con la estética, cuánto con la nutrición y cuánto con la salud?
En el sentido adecuado “estar en forma” significa verse y sentirse bien. Si no existe un equilibrio entre estética y salud es imposible alcanzar una buena forma física. Por eso en la actualidad el concepto de “estar en forma” está vinculado con el de vida sana. Y no hay vida sana sin una nutrición sana y una lógica preocupación por la estética. Sucede que quién toma la decisión de estar en forma necesita contar con el asesoramiento adecuado para no obsesionarse con la dieta, el gimnasio o la belleza del cuerpo. Lo mejor es adoptar un proceso de cambio gradual, después de todo el fin es un solo y muy valioso: estar bien... estar en forma.
¿Qué es lo mejor que puedo hacer para alcanzar una “buena forma física”?
Lo primero y más importante es tomar conciencia de la importancia que tiene cuidar el cuerpo para conservar la salud. A partir de esta base se puede construir una buena forma física aceptable y duradera. Las fórmulas mágicas no existen, para estar a gusto con uno mismo es preciso sacrificarse, pero en el buen sentido de la palabra. El esfuerzo y la constancia en seguir hábitos alimenticios sanos y coherentes más una actitud de predisposición para con la actividad corporal son los pilares necesarios para alcanzar un cuerpo saludable y esbelto. Y no hay excusas: puedes empezar en el mismo instante en que estás leyendo este artículo, sólo es cuestión de tomar la decisión de cambiar ahora y para siempre. ¿Te imaginas como te verías en el espejo dentro de 6 semanas si comes bien y mueves el cuerpo diariamente?
¿Cómo puedo hacer para mantenerme siempre “en forma”?
Para conservar una buena forma física es imprescindible mantener la continuidad en el ejercicio físico, y es importante no realizar súbitamente ejercicios violentos o de extrema tensión. Por ejemplo con un previo estado corporal óptimo, caminando diariamente 15 a 20 cuadras puedes estar en forma de por vida. Por otro lado evitando los excesos de grasas, dulces, alcohol y tabaco conseguís estar en buen estado siempre que tu actitud sea positiva respecto a seguir una vida sana como parte de tu cultura diaria.
Por último es muy importante mantener un equilibrio emocional: intenta controlar la ansiedad y el estrés a través de ejercicios de respiración. De esta forma puedes promover el descanso adecuado para renovar las energías que tu cuerpo requiere en cada jornada.
¿Necesito pasar hambre o matarme en el gimnasio para estar en buena forma?
Bajo ningún aspecto, nada más errado que privarse de los alimentos y excederse con la actividad física para estar bien. El secreto está en equilibrar la nutrición y el ejercicio en pos de un mayor bienestar general que redunde en una buena forma física. Pero esto no implica dejar de lado los placeres que nos ofrece la comida al paladar o el ocio a la recreación física y mental. Nada te impide comer un helado o una pizza, siempre que lo hagas con criterio y sin excesos. Tampoco debes dejar de lado el descanso recreativo: disfrutar del aire libre, mirar una película, compartir reuniones con amigos y familiares, etc. Estar en buena forma no es estar aburrido, todo lo contrario, es ni más ni menos que vivir en plenitud y vitalidad cada momento de la vida. Sólo debes asegurarte de mantenerte vital y con energía, y para ello es imprescindible cuidar tus hábitos diarios.
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