Los pies son la base de tu cuerpo y de ellos dependen la mayoría de los movimientos motores que llevas a acabo diariamente. Si no les prestas la debida atención, tus pies se deterioran y sufren una serie de agresiones que repercuten luego en todo tu cuerpo. Por ejemplo: si utilizas un calzado incómodo o apretado, comienzas a caminar de manera forzada, y esta acción repercute directamente en la columna vertebral y los nervios.
Cuidar tus pies es una obligación primordial si quieres sentirte realmente saludable y sin molestias de espalda, cuello, piernas y caderas. Aunque parezca increíble, unos pies sanos y fuertes te predisponen de manera positiva para encarar todas tus labores cotidianas además de mejorarte el estado de ánimo.
Tratamientos sobre los pies
- Balneoterapia: Consiste en baños de inmersión enriquecidos con elementos marinos, que relajan y hacen descansar los pies.
- Reflexología: Es una técnica basada en la estimulación de puntos ubicados en diferentes partes dentro de la planta del pie, a modo de impulso eléctrico. Aportan energía y vitalidad, además mejoran la circulación sanguínea y alivian tensiones nerviosas.
- Digitopuntura: Actúa sobre zonas muy particulares del pie con efectos muy seguros.
- Sistema chino: Muy casero y fácil de realizar. Hay que llenar un cajón con bolitas de madera y caminar sobre ellas. De esta forma las zonas con dolor recibirán una estupenda relajación.
Ejercicios específicos para los pies
Lo primero que debes hacer es estar descalzo o con medias cómodas de algodón. Si lo deseas, puedes sumergir los pies en un recipiente con agua tibia, algunas algas y un puñado de sal marina. Esto te ayudará a relajar y mejorar la tersura de la piel. Por su parte, los ejercicios colaboran en aquellas deformaciones y molestias como pie plano o arco vencido.
1. Camina en puntas de pie, manteniendo el resto del cuerpo bien erguido, con los hombros relajados y hacia atrás.
2. Apoya el pie sobre una pelotita de tenis realizando así un auto-masaje. Mueve el pie de manera tal que la pelotita ruede por debajo de los dedos hasta el talón, pasando por la cara interna del pie (arco). Repite con el otro pie.
Variante: Para pie plano y arco vencido, realiza el ejercicio con una caña bambú o tacuara, moviendo el pie hacia delante y atrás.
3. Siéntate en una silla con respaldo y ubica una pierna sobre la otra. Masajea el pie con la ayuda de ambas manos de manera circular y de adentro hacia fuera. Trata de relajar aquellas zonas contracturadas. Repite con el otro pie.
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