martes, 6 de agosto de 2013

MIEL: La dulzura saludable



Las abejas son las encargadas de elaborar un producto nutritivo fantástico: la miel. Las abejas recogen el néctar de las flores silvestres y lo acumulan en su buche, donde lo transforman finalmente en miel. Así la miel se presenta como una sustancia viscosa dulce y altamente alimenticia. Se define como un verdadero conglomerado armónico y natural de vitaminas, minerales, hormonas, antibióticos naturales, entre otros componentes. También es un buen energizante, ya que contiene azúcares predigeridos, que no exigen esfuerzos al aparato digestivo, pasando rápidamente a la sangre.

Buena para todo

Los deportistas o aquellas personas que realizan una actividad física habitual, deben tener muy en cuenta el consumo regular de miel, ya que 100 gramos aportan unas 300 calorías. Asimismo, la miel no sólo contribuye en la nutrición diaria sino que previene muchas enfermedades así como también adicciones. En EE.UU. se la ha utilizado con mucho éxito en los alcohólicos, pues además de eliminar el alcohol en la sangre actúa como sedante natural. Por su parte, la miel de salvia tiene efectos analgésicos, disminuyendo así los dolores menstruales.

Para el reuma y la arteriosclerosis se puede utilizar un preparado que consiste en mezclar la misma cantidad de vinagre de manzana y miel. Una forma de hacerlo es colocar en un vaso de agua fría una cucharada de vinagre de manzana con una de miel. Se aconseja tomarlo un rato antes del almuerzo y cena. También esta fórmula es efectiva para la digestión, aliviando el sueño, evitando los gases y calmando hasta los dolores de cabeza.

La miel es un remedio eficaz para aliviar los dolores de garganta, los procesos de gripe o anginas. La manera más práctica para contrarrestar estos malestares consiste en preparar un té con dos cucharaditas de miel y 1/4 de jugo de limón exprimido. Si se toman de tres a cuatro tazas por día se puede mejorar notablemente el estado gripal.

Los notables beneficios de la miel pueden explicarse a partir de dos causas: primero, la miel absorbe el agua y segundo posee antibióticos naturales como germicidina y ácido fórmico. Aunque parezca casi ilógico, también cura heridas y quemaduras. La miel aísla la herida del contacto con el aire, disminuyendo el dolor y previniendo la formación de ampollas.

Fórmulas dermatológicas con miel

Hoy en día existen máscaras faciales caseras que solucionan problemas de la piel, dejándola más reluciente. Su principal componente es, sin duda, la miel. A continuación exponemos los principales preparados dermatológicos:
• Máscara facial: Agregar a una clara de huevo una cucharada de leche en polvo y una cucharadita de miel. Aplicarla sobre el rostro durante 15 minutos. Se utiliza mucho en personas con piel grasosa a normal.
• Rejuvenecedor de manos resecas: obtener una pasta mezclando una clara de huevo, una cucharadita de glicerina, una cucharadita de miel con la cantidad necesaria de harina de cebada (hasta lograr consistencia en la pasta). Aplicar sobre las manos como si se tratara de una crema dermatológica.
• Máscara anti arrugas: Se prepara con una cucharadita de miel, una cucharadita de cebollas, una cucharadita de cera de abejas, una yema de huevo y un bulbo de lirio, lavado y machacado. Mezclar el preparado anterior hasta que se funda la cera y se obtenga una masa uniforme. Una vez fría, aplicar sobre el rostro y el cuello durante 30 minutos.
• Acondicionador de cabello: Mezclar dos cucharadas de miel con una de aceite de oliva. Aplicar sobre el cuero cabelludo realizando masajes y dejando actuar por 30 minutos.



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