viernes, 16 de agosto de 2013

Frutas: Fuente de vitaminas



Una de las alimentaciones más conocidas y completas en el mundo es la mediterránea y su protagonismo se debe a que contiene mucha fruta fresca en sus menúes que ayuda a prevenir enfermedades del corazón. Lo recomendable es consumir por lo menos, 5 raciones de frutas o verduras diarios. Esto se debe a que tanto las frutas como las verduras contienen diversos micronutrientes entre ellos vitamina C y A que proporcionan al organismo protección y salud.
Una ración de fruta fresca consta de una sola fruta, de una taza de fruta chica o de un vaso de jugo puro de fruta. En la ingesta de fruta se puede incluir a las frutas secas o la enlatada, pero ésta última contiene menos vitamina C y viene endulzada con almíbar. Por ello, en lo posible, se recomienda ingerir fruta fresca o enlatada sin azúcar añadido.
Por su parte, la familia de los cítricos posee un alto contenido de antioxidantes como es el caso de vitamina C (naranjas, pomelos, limones, etc.), y otras contienen bioflavonoides (uvas) , que protegen al organismo de padecer enfermedades coronarias y varios tipos de cáncer. Además, las frutas son alimentos que contienen muy pocas calorías por lo que son excelentes para bajar de peso o conservar la silueta.

Los nutrientes

En la alimentación diaria la mayor parte de vitamina C que se consume proviene de la fruta fresca y los jugos, especialmente de los cítricos (pomelos, limones, mandarinas, etc.) como también están el kiwi, las frambuesas, las frutillas, los mangos, las ciruelas, que proporcionan vitamina C en cantidad.
En el caso de las frutas de pulpa amarilla o naranja como los damascos, los melones y los mangos, éstos contienen un alto porcentaje de beta-carotenos que es la forma vegetal de la vitamina A. En las frutas rojas también están los beta-carotenos y su función es de cuidar al cuerpo de la formación de “radicales libres” y de que se genere algún tipo de cáncer. Además, la fruta es rica en potasio como las bananas, las frutas secas y las naranjas que ayuda a equilibrar los líquidos del cuerpo y regular la presión arterial.
Otra de las razones por lo que la fruta es fundamental en la dieta es que posee fibra soluble e insoluble. La fibra insoluble provee al cuerpo la ayuda suficiente para combatir al estreñimiento y para reducir el riesgo de cáncer de colon. En el caso de la soluble, ésta ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Unos ejemplos de buena fuente de fibra son las frutas secas, los damascos, las pasas de uva, los higos y los dátiles. Por eso, nada mejor que consumir abundante fruta a diario.

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