lunes, 12 de agosto de 2013

Helado: Un alimento con "mala fama"


 
A quien no se le hace agua a la boca con sólo imaginarse el sabor exquisito de un helado con mucha crema, frutas tropicales y bañado en chocolate. El deseo de saborear un rico helado se hace prácticamente irresistible y es muy difícil decir “no” a tremendo manjar cuando se debe cuidar la silueta.
Hay que tener en cuenta dos cosas respecto a este alimento:
 Por un lado, el helado contiene:
• Vitamina A
• Vitamina B2 (riboflavina)
• Vitamina B12
• Calcio
Por otro lado, el helado es:
• Un alimento con alto contenido de azúcar.
• Un alimento que contiene una gran cantidad de grasas saturadas (de origen animal).

Por lo tanto, el valor nutricional que contiene el helado varía según la cantidad de leche o nata (crema) que éste posea. Si bien la leche y la nata contienen vitaminas y calcio, también contienen un porcentaje considerable de grasas saturadas que son perjudiciales para el cuerpo en exceso. Además de leche y nata, el helado posee azúcar, emulsificantes, estabilizantes que permiten que dure más tiempo, y saborizantes para realzar su sabor.
Sin embargo, el helado a pesar de tener mala reputación es un alimento nutritivo por su aporte de Vitamina A, B2 y B12, además de calcio que es fundamental para que los dientes y huesos se mantengan fuertes y sanos. Por otro lado, contiene proteínas de alto valor biológico (provenientes de la leche). Todo ello lo convierte en un alimento muy calórico, por lo que su consumo siempre debe ser moderado.

Helado de “calidad”


El helado en su composición puede clasificarse según su contenido de grasa que va del 5% al 15%. Si se está por debajo del 5% no se considera helado, sino “postre congelado”. Esto cabe destacarlo porque en la actualidad hay postres congelados que tienen un sabor muy similar al helado pero contienen hasta menos del 1% de grasas.
Cuando un helado es de primera calidad es porque tiene más cantidad de grasa, no es demasiado oreado como los industriales y es saborizado con frutas naturales. Por otro lado, el helado de leche posee solo la grasa de la misma pero puede suceder también que no contiene grasa de leche sino grasa vegetal.
El consumo excesivo de grasas saturadas puede ocasionar problemas relacionados con el corazón. Por ello, es bueno elegir helados bajos en grasas y consumirlos moderadamente. Si al helado se le agregan frutas frescas, se obtiene un plato excelente desde el sabor y la nutrición.

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