domingo, 1 de septiembre de 2013

Síntomas: La ansiedad



La ansiedad puede experimentarse de modos muy distintos, con mayor o menor intensidad, y ya sea como desazón, confusión, in­tranquilidad, agitación psíquica y motora, indecisión, sentimiento de amenaza, aprehensión, inquietud difusa, angustia vital profunda, sensación de disolución o fragmentación, sentimiento de irrealidad y despersonalización, dispersión mental muy aguda, o pánico y miedo insuperables a la locura o a la muerte. También se presenta como apatía, sentimiento de abandono y desvalimiento, irritabili­dad y descontrol emocional.
En niveles bajos y controlados, puede sabiamente instrumentalizarse para la relación humana, el trabajo, la creatividad y la autorrealización. Esta es una ansiedad productiva y no destructiva o autodestructiva. Pero el exceso de ansiedad llega a impedir toda actividad y somete a la mente y a la psique a una dolorosa fragmentación. La persona con excesiva ansiedad se encuentra muy insatisfecha, descontenta, excesivamente tensa, atribulada y dividida. No encuentra su eje interior ni su ángulo de quietud.

Alternativas anti-ansiedad


De la armonía interior total sobreviene la verdadera quie­tud,  y sólo algunas personas alcanzan la total integración y superan todo atisbo de ansiedad. No es por casualidad que la ansiedad sea la sensación más común y generalizada, pero aunque no podamos alcanzar una plena quietud interna, es obvio que existen consejos prácticos para tratar de controlar los estados de ansiedad excesiva. Los más recomendables son:

  • La práctica de técnicas psicofísicas: posiciones corporales, procedimientos de control respiratorio, métodos de relajación y otras.
  • Deportes no competitivos; Tai Chi; artes marciales, no con miras competitivas ni de arrogancia de campeón; expresión corporal. Perfeccionamiento de las cinco fuentes de energía básicas: alimentación pura, respiración correcta, descanso profundo, sueño reparador e impresiones mentales positivas.
  • Práctica de las técnicas de autoconocimiento y autodesarrollo, concentración, meditación, visualización y acrecentamiento de la conciencia. Desarrollo metódico de la atención mental e intentos de cualquier orden por hacerse más consciente.
  • Métodos de ensanchamiento de la comprensión, auto observación y autocontrol lúcido y no rígido o neurótico.
  • Desenmascaramiento psicológico, enfrentamiento con los miedos y temores, superación de los venenos de la mente, perfeccionamiento del discernimiento y resolución de conflictos, desarrollo de enfoques correctos de la propia existencia, cultivo de emociones positivas y de la ecuanimidad, acoplamiento al aquí y ahora superando las resistencias psíquicas; entrena­miento de la mente más atenta y silenciosa.
  • Creatividad; sublimación a través del arte, el trabajo positivo, intereses vitales laudables, motivación de crecimiento y liber­tad interiores; hallar una razón de vida o de ser; ejercitarse en apreciar la realidad momentánea.
  • Ejercitación en controlar y fluir, es decir, estar consciente y a la vez ser espontáneo y natural; actitud expansiva y amo­rosa; adecuadas actitudes internas hacia uno mismo, los de­más y la vida y sus acontecimientos.
  • Cultivo de hábitos y pensamientos positivos.
  • Mejoramiento de la relación con los otros seres; cultivo del amor consciente; acción consciente y desinteresada; servicio y cooperación.

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