lunes, 28 de octubre de 2013

Cuidado con las "enfermedades profesionales"



En Japón muere un significativo número de personas por año a causa de fallos cardíacos y derrames cerebrales provocados por un exhaustivo esfuerzo laboral. Esta moderna enfermedad, que recibe el nombre de "karoshi" (muerte provocada por exceso de trabajo) es muy frecuente en este país oriental y empieza a extender sus tentáculos a los demás países industrializados, en donde se han detectado numerosos casos. En países de Europa, las huellas del estrés, la fatiga y la insatisfacción laboral también hacen estragos entre la población más activa.
Sus víctimas suelen ser directivos y oficinistas de 40 a 50 años y se manifiesta a través de fatiga exagerada, que da lugar a una subida de tensión y endurecimiento arterial. La muerte sobreviene de forma repentina por hemorragia cerebral o insuficiencia cardíaca y respiratoria. La barrera fatídica para sucumbir a este mal estaría en la franja de las 3.000 horas de trabajo anuales.

Además del exceso de trabajo se suma la actitud psicológica obsesiva compulsiva frente a ello, lo que se conoce en América como "workaholic" (adicción al trabajo). Esta patología requiere un abordaje terapeútico serio que ayude a quien lo padece a identificar el origen de su adicción (como sucede con otras adicciones). Cuando ya ataca el cuerpo, las señales de alerta suelen ser un poco tarde.

La lista de enfermedades psicosomáticas que han hecho su aparición en las modernas sociedades industrializadas en los últimos 20 años incluye:
  • ACV (Accidente Cerebro Vascular).
  • INFARTO DE MIOCARDIO.
  • ESTRÉS CRÓNICO.
  • ANSIEDAD PERMANENTE.
  • DEPRESIÓN.
  • ÚLCERA DE DUODENO.
  • INSOMNIO PARADÓJICO (no poder dormir a pesar de estar cansado).
  • DIFICULTAD RESPIRATORIA.
  • GRIPE DE "YUPPIE" (sensación de cansancio que puede durar meses, irritabilidad, pérdida de memoria y fuertes dolores de cabeza).
¿Cómo combatirlas?

Para solucionar estos problemas, los expertos, además de recomendar tomarse el trabajo con muchísima más calma, rechazan los socorridos remedios farmacológicos y se inclinan más por la terapia psicológica, enseñando al cuerpo a que utilice sus mecanismos de defensa y autocuración. También es bueno aprender a respirar correctamente para poder relajar todo el cuerpo, y por supuesto la actividad física habitual es indispensable.
Es preciso aprender que el trabajo no lo es todo, y que trabajar debe siempre convertirse en una actividad agradable que no sólo provea los recursos económicos, sino que además nos permita mantenernos con vitalidad. De lo contrario, llegará el momento en que ninguna compensación económica alcanzará para justificar un trastorno de salud que puede ser mortal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario