martes, 22 de octubre de 2013

Conserva una óptima función renal



Como el 70% de nuestro cuerpo está formado por agua y el 30% restante por otro tipo de materias, es necesario conservar en perfecto estado la bomba que se encarga de filtrar los líquidos y despedir las toxinas a través de la orina: los riñones. Por eso, cuidar la función renal es fundamental para mantener un buen peso, desintoxicar el organismo y sentirse saludable.
El riñón es uno de los órganos que con mayor facilidad se acostumbra tanto a los buenos como a los malos hábitos. Es así como se puede llegar a orinar poco y retener líquidos. Si la orina se estanca, intoxica inmediatamente los tejidos y provoca ciertos trastornos urinarios como cálculos renales, infección en la vejiga, cistitis, etc. Y así continúa un circulo vicioso que debe interrumpirse para evitar problemas más graves que generen alguna enfermedad crónica e irreversible.
Por eso, mejorar la eliminación renal es clave para conseguir un rápido bienestar y puede alcanzarse si se adoptan como hábitos cotidianos los siguientes consejos prácticos:
• Beber de 2 a 3 litros de agua por día es el primer paso para depurar el organismo.
• Evitar la sal al menos hasta normalizar el aparato excretor. Asimismo debe limitarse el consumo de sal para conservar los riñones saludables.
• Orinar cada vez que se tienen ganas. Nunca deben dejarse para más tarde las ganas de orinar.
• Tratar de orinar (sin esfuerzo consciente) unas 8 veces al día, salvo por la noche.
• Tomar diuréticos naturales como jugo de apio e hinojo o infusiones de hierbas. Evitar los diuréticos que venden las farmacias. 

Un páncreas de acero

Las malas costumbres alimentarias producen con el tiempo un agotamiento pancreático y hepático que puede llegar a desembocar en la aparición de enfermedades como la diabetes tipo II. Largas horas sin probar bocado que se producen entre un desayuno escaso y un almuerzo tardío, generan en el organismo un descenso del nivel de glucosa en sangre y por ende una sensación voraz de hambre. Así es como se terminan cometiendo los excesos de comida que intoxican al cuerpo. Todo funciona mal y esto repercute directamente en una lenta pero sostenida pérdida del bienestar fisiológico.
Para romper con este ciclo enfermizo es necesario aplicar diariamente algunas pautas saludables:
• Tomar un buen desayuno (no importa si hay que levantarse más temprano para hacerlo).
• Almorzar de manera normal y hacer una cena ligera.
• Seguir una dieta variada y saludable.
• Respetar los horarios de las comidas para evitar altibajos de glucosa.
• Dividir la ingesta de alimentos en 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda y cena) y dos colaciones (media mañana y media tarde).
• Tomar durante el día algunos alimentos con azúcar (puede ser a media mañana y a media tarde).

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