lunes, 29 de julio de 2013

FOOTING: El ejercicio integral



Trotar por la mañana temprano por un parque o plaza, con un grupo de amigos o solo, es disfrutar del cuerpo, de los sentidos y de la imaginación abierta. Ese es el objetivo del footing, pues quienes practican este tipo de aerobismo no tienen en cuenta el éxito de la competencia, sino el placer intrínseco de la práctica, el regocijo de jugar, de sentirse bien por hacer lo que se hace. La clave de la motivación por el footing no consiste en vivir más sino en sentirse y vivir mejor.
El footing (o trote) es definitivamente un “ejercicio físico integral” ya que cuando se lleva a cabo entran en juego todos los músculos del cuerpo, además mejora la respiración pulmonar y beneficia la circulación cardiovascular. Hacer footing propone que el deporte esté al servicio del hombre y no a la inversa.

POR ESO TROTAMOS

Trotamos en las primeras horas de la mañana para sintonizarnos en una frecuencia, en un tono en el que vibraremos el resto del día. Antes de la aceleración ciudadana, compartimos una onda de afirmación y autoconfianza. No aceptamos hacer ejercicios después de acumular las tensiones de una ardua jornada de trabajo.
A la mañana podemos reencontrarnos con nuestro cuerpo, cuidado y mimado por nosotros mismos, en un estado de reverencia, abierto a los sentidos y a los sentimientos. Somos nuestro cuerpo y lo preparamos para que descarte las agresiones de la rutina diaria.

EL PARQUE: UN LUGAR IDEAL

Buscando pisar un terreno blando para evitar las microlesiones en nuestros tobillos, trotamos en el parque porque es el lugar que está cargado con el mejor oxígeno.
La belleza del parque es un excelente desafío que pueden explorar todos los sentidos. Al correr, pongan la mirada blanda, apuntando lejos, y déjense acariciar por el primer sol o prueben la increíble experiencia de trotar sintiendo que se corta el viento con el pecho. Traten de diferenciar los perfumes de los árboles como si fueran cortinas invisibles que se van atravesando. Traten de no escuchar los propios pasos mientras se sumergen en el silencio de una arboleda.
En algún camino sin obstáculos, entrecierren los ojos y siéntanse colgados en el aire, desde la nuca, pendiendo de un hilo imaginario mientras las piernas eligen solas por donde ir. Háganlo con los brazos colgando. Sentirán un increíble alivio y una gran distensión.
Traten, en fin, de explorar hacia adentro y hacia afuera, solos o con los demás. El descubrimiento de nuevas posibilidades y el consiguiente asombro son componentes cotidianos de una actividad física como el footing.

FINAL EN RELAX

Una trotada aeróbica debe finalizar siempre con una experiencia de relajación. Así como la entrada en calor es la tarea necesaria para adecuarse a una práctica de footing, el relax posterior será el calibrador de la frecuencia que elijamos para funcionar el resto del día.
El relajamiento después del ejercicio es más profundo y fructífero que el realizado en otro momento. La vivencia placentera de tanta disponibilidad, de tanta gratuidad de energía expansiva, se condensa sobre nosotros mismos. Descansamos profundamente. Quien termine fatigado su sesión de footing tendrá que plantearse seriamente cuál es la falla.
Relajarse significa sentirse en profundo equilibrio con la naturaleza, desacelerarse hasta encontrar un tiempo propio. Sólo de esta forma lograremos realmente sentirnos mejor y conducirnos frente a la vida con otra actitud.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario