martes, 30 de julio de 2013

Cómo mantenerse vital después de los 40



Llevar una vida sedentaria es una de las mayores contras que puede tener una persona a cualquier edad. Está comprobado que quienes hacen ejercicios conservan mejor la salud y tienen una relación armoniosa con su cuerpo. Hay etapas en las que estar en actividad se torna imprescindible; por ejemplo pasados los 40 años. A partir de ese momento comienza a disminuir la masa ósea, la capacidad pulmonar y la resistencia del cuerpo a la fatiga.
Por eso los ejercicios, sobre todo los pensados para atacar los problemas típicos de esta época de la vida, se convierten en aliados ideales para retrasar el paso del tiempo y brindar bienestar. Sin embargo, no debe realizarse cualquier tipo de gimnasia y tampoco hay que someterse a rutinas agotadoras.
Actualmente existe una terapia corporal diferente denominada "autoconsciente"; es suave y más fácil que la gimnasia tradicional. Se trata de una combinación de dos técnicas. Una consiste en el movimiento corporal prestando atención al delicado mecanismo que se pone en marcha cada vez que nuestro cuerpo ejecuta una acción. La otra consiste en el apoyo. Es decir, usando de reposo, por ejemplo, una pelota mediana de goma en una zona específica, como las cervicales, se efectúa una especie de masaje relajante.
Esta práctica permite prevenir dolencias, porque distiende los músculos y ayuda a mejorar la postura. Forma parte de un camino hacia el conocimiento y el encuentro de uno mismo porque, además, colabora en la toma de conciencia del propio cuerpo y en el equilibrio psicofísico.

Un poco de vida natural

La contaminación ambiental es una realidad que nos afecta a todos y de la cual es imposible escapar. Las personas que viven en las grandes metrópolis sufren diariamente la carencia del aire puro. Esto no sólo genera un malestar físico, sino que además favorece el envejecimiento prematuro. Una solución paleativa (pero no definitiva) es aprovechar los fines de semana para alejarse de las zonas urbanas y trasladarse a lugares saturados de verde, donde la naturaleza todavía no ha sido contaminada y el aire que se respira no es más que oxígeno puro. Aunque esta salida no es viable para todos, algunos optan por llenar su casa o departamento de plantas, generando así un microclima. Otros, en cambio, recurren a los gimnasios a purificar los pulmones a través de la inhalación de oxígeno en tubos. Pero está posibilidad es muy cara y sólo acceden algunos elegidos.
La realidad es que el contacto con la naturaleza, más que una moda es una necesidad imperante para ayudar a los pulmones y a todo nuestro cuerpo. Cuando puedas respirar verdadero aire puro y limpio, házlo profundamente varias veces, inhalándolo por la nariz y exhalándolo por la boca; esta es una oportunidad única y gratuita (al menos por ahora) de darle vida a tu organismo.

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