viernes, 15 de marzo de 2013

Comienza tu día de manera positiva




Al igual que el cuerpo, la mente necesita ejercitarse para “mantenerla en forma” y la mejor manera de hacerlo es a través del estímulo y la creatividad cotidiana. Una mente sana nos asegura un mayor rendimiento físico para afrontar las exigencias del trabajo, prevenir el estrés y liberar las tensiones que provocan la rutina diaria.

El momento ideal para practicar los ejercicios mentales es a la mañana al despertarte y antes de comenzar con tu jornada laboral. Preparar la mente para sentirte vital y llena de energía es la clave para que encares positivamente las obligaciones del día a día.



Técnicas de estímulo mental



Los siguientes 3 ejercicios te permitirán estimular la mente al comenzar al día. Son muy sencillos y deben formar parte de tu ritual matutino.



 1. Cambia los olores: Para cambiar el olor típico de las tus mañanas como el de café recién hecho, prueba incorporar nuevos aromas como vainilla, limón o menta. Coloca un extracto de tu fragancia favorita en un recipiente hermético y consérvalo sobre la mesa de luz durante una semana; luego ábrelo al despertarte y mientras te vistes. Cambiar periódicamente la asociación de olores con el comienzo del día activa nuevas vías neuronales.



2. Potencia los sentidos: Una manera de estimular el cerebro y sobre todo el sentido del tacto y la percepción consiste en higienizarte con los ojos cerrados. Localiza los grifos y ajusta la temperatura y la presión del agua sin abrir los ojos. Hazlo sin perder el equilibrio y trata de no quemarte o dañarte. También puedes lavarte la cara, cepillarte los dientes y afeitarte con los ojos cerrados. Con el tiempo comenzarás a sentir con las manos las diversas texturas de tu cuerpo y del ambiente que te rodea.



3. Ejercita otras zonas del cuerpo: Una manera muy efectiva de poner a trabajar los complejos mecanismos del cerebro es a través del uso de los miembros no dominantes. Por ejemplo: Si empleas tu mano derecha para cepillarte los dientes, hazlo con la izquierda. También prueba realizar otras actividades con la mano no dominante como peinarte, maquillarte, abrocharte los botones, desayunar o usar el control remoto del televisor.

Como variante intenta utilizar una sola mano para prenderte la camisa, ponerte los zapatos o vestirte. Más aún, realiza este ejercicio con la mano no dominante. Con el tiempo no sólo mejorarás la técnica sino que además aprovecharás todo tu cuerpo.

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