lunes, 8 de abril de 2013

ERGOFITNESS: Una cuestión de posturas



Distintos problemas físicos e incomodidades crónicas aparecen como consecuencia de las largas horas que las personas permanecen en una misma posición, o en un estado de inactividad física prolongada. Es por eso que el estudio “ergonómico” del puesto de trabajo es muy importante, ya que la comodidad de quien trabaja redunda en un aumento de su calidad de vida, así como de su rendimiento laboral.
Así, la ergonomía se constituye como la ciencia que estudia el cuerpo humano con respecto al medio artificial que lo rodea. Ésta posee un conjunto de principios para el diseño de artefactos para la comodidad, seguridad y eficiencia del usuario.
Toda herramienta ergonómica fue diseñada especialmente para adaptarse al hombre. En la informática estas técnicas son muy usadas en teclados, sillas, ratones, etc. para mejorar la postura del cuerpo. Deben producir un bienestar general en la persona, especialmente con el uso continuo de estos artefactos.

El marco laboral actual presenta cada vez más trabajos sedentarios, estáticos y que prácticamente requieren de un completo esfuerzo mental y no físico. Esta inactividad es la que provoca molestias que a la larga pueden desencadenar trastornos crónicos. De ahí la importancia de aplicar normas ergonómicas a los ambientes laborales. Por ejemplo, cuando uno está sentado en la misma postura durante horas, con los brazos extendidos sobre el teclado de la computadora y el cuello estirado para ver la pantalla, la espalda y el cuello se vuelven rígidos y duelen. Esto hace que se comprima la columna provocando asimismo que tendones, músculos y nervios deban realizar un esfuerzo superior al habitual. La irritación y compresión de los nervios de la columna se propaga a todo el sistema nervioso, lo cual puede provocar la aparición de numerosos síntomas en el conjunto del organismo.
Sin embargo, la mayor parte de estos problemas se podrían resolver con el tamaño adecuado de las sillas en función de las características corporales de las personas y bajo determinados criterios ergonómicos. Si se hicieran las sillas a la medida, estos problemas desaparecerían. Sin embargo esto no es viable económicamente.

La solución más apropiada es compensar posturas estáticas correctas con períodos cortos y breves de actividad corporal intercalada durante la jornada laboral. Esta idea que lleva varias décadas imponiéndose en las grandes compañías se resume bajo el termino de “ergofitness” o “ergofit”, un concepto que propone recuperar la salud a través de ejercicios simples y saludables que pueden practicarse a cualquier hora y en cualquier lugar, mejorando así problemas de postura y rigidez muscular, es decir, mejorando los problemas que padece el 95% de las personas que llevan a cabo un trabajo sedentario, ya sea sentados o parados.

Las primeras medidas que promueven la actividad del cuerpo

Un factor de gran incidencia en los dolores y trastornos musculares es la contracción muscular mantenida durante horas, asociada a la inmovilización de los segmentos corporales en determinadas posiciones y a una gesticulación importante de las manos en el teclado. La contracción muscular prolongada origina una dificultad circulatoria a la zona, causa de la fatiga muscular y demás trastornos. El estatismo es mayor cuanto más forzada es la postura y cuanto menor es el número de apoyos existentes que alivien la tensión de los músculos. Para ello, existen algunas medidas que favorecen el movimiento del cuerpo:

La mejor manera de evitar los dolores de cuello y de espalda es sentarse en la postura correcta y levantarse de forma periódica para tomar un descanso. Más de 10 minutos en una misma posición ya es perjudicial para el cuerpo, lo que se sugiere cambiar la postura al menos 6 veces por hora.
En cuanto a las dimensiones y distancias propuestas para los elementos del lugar de trabajo, actualmente se tiende a recomendar la máxima flexibilidad de la ubicación y regulación de los elementos de trabajo, de manera que se puedan ajustar en función de las dimensiones corporales, del grado de fatiga postural experimentado e incluso, de las preferencias personales. Los denominados teclados antifatiga, mesas regulables o sillas-madre permiten una postura más distendida, menos rígida y de apariencia flotante, más conocida como “postura del astronauta”.


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