jueves, 5 de junio de 2014

Principios de la comida afrodisíaca



Desde las ostras y el chocolate hasta el clavo de olor y la cebolla pueden generar tentadores efectos en la llama del sexo y el amor. Se llama comidas afrodisíacas a los alimentos que estimulan el erotismo y pueden aumentar el deseo sexual.

Mito o científicamente probados, los alimentos considerados afrodisíacos siguen ganando terreno en el mundo culinario. La antigua técnica para estimular la sexualidad consumiendo hierbas, plantas, frutas y dulces siempre ha atraído la atención de los curiosos.
La palabra "afrodisíaco" proviene del griego “aphrodisiakos” y hace referencia a la Diosa griega del amor, Afrodita. En la gastronomía, la Diosa da nombre a una serie de ingredientes y recetas, que según algunos expertos, aumentan el apetito sexual, o por lo menos son visualmente interesantes.
Pero no todo es leyenda. Algunos afrodisíacos suelen funcionar estimulando algunos sentidos (vista, tacto, olfato y oído) y otros se toman en forma de comida ó bebida. Los alimentos cuya apariencia se asemeja a los genitales, poseen efectos afrodisíacos al crear estimulaciones de tipo visual. Ejemplos de alimentos visualmente eróticos son las zanahorias, los higos, espárragos y las ostras.

Si bien no existen pruebas que demuestren científicamente que ciertas comidas estimulan el deseo y mejoran el desempeño sexual, se sabe que existen alimentos que se caracterizan por contener una alta proporción de calorías y elementos energéticos que, en combinación con algún ambiente especial y una propuesta tentadora, pueden extraer lo mejor de los dos mayores placeres terrenales: el sexo y las ricas comidas.
La comida, los sabores y las texturas de un buen plato pueden exaltar nuestra pasión al máximo y aportar ese fuego tan necesario para redescubrir y estimular la sexualidad en la pareja. Los denominados alimentos o ingredientes afrodisíacos amplían la vitalidad y el erotismo y ayuda a crear una mayor conexión afectiva. Y, aún más, cuando se sirven en un ambiente bello y romántico, con la luz adecuada, aromas agradables, flores y una ropa sensual.
En el Antiguo Egipto los usaban; también en Roma y la India. Hay testimonio de sus efectos en los libros sagrados y hasta en el Kamasutra. Es allí, en todas las tradiciones antiguas en las que la sexualidad se vivía como un arte, donde surgieron una infinidad de recetas afrodisíacas naturales de panes, aperitivos, ensaladas, platos elaborados, cremas, postres, chocolates, licores… Y más, mucho más. Sólo una adecuada combinación de sabores y texturas pueden encender el fuego de la pasión y el placer sexual. El ámbito para degustar una comida afrodisíaca deber ser siempre íntimo, y la cocina debe formar parte de un juego sexual en sí mismo. Ello potencia notablemente los efectos de los ingredientes más energéticos.

Condimentos del amor

Las hierbas aromáticas y especias son las estrellas de la comida afrodisíaca. Espolvoreamos un poquito por allá y agregamos una pizca por acá y todo toma otro color. Por ejemplo, la cultura más tradicional de Haití alberga una leyenda en relación a la albahaca. Según cuenta la historia, la diosa del amor enamoró a más de mil hombres gracias a esta planta aromática.
Por su parte, el cacao contiene elementos que resultan altamente estimulantes, como teobromina y feneletiamina y sus efectos se producen, sobre todo, en lo relacionado con las facultades mentales, ya que ayuda a combatir la fatiga y tonifica el sistema nervioso. En este sentido, también la zanahoria —además de ser buena para la piel— reconstituye el sistema nervioso y estimula los impulsos nerviosos, activando la reacción sexual.
Entre las frutas secas, la más conocida es la nuez, ya que, según dicen ayuda a retrasar la eyaculación en el hombre. Además, las almendras son un símbolo tradicional de fertilidad y se cree que inducen la pasión en las mujeres.

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