miércoles, 11 de junio de 2014

Pensamientos y Felicidad



La felicidad depende de nuestra propia predisposición mental y emocional para enfrentar las situaciones cotidianas que se presentan en cada instante de la vida. También, sentirse feliz tiene que ver con la actitud positiva que entra en juego cada vez que interactuamos con el mundo que nos rodea. Nuestro cerebro transforma cada pensamiento, cada información, cada imagen en una reacción física. Los ejemplos están a la orden del día: al ver una araña temblamos de miedo, una película romántica y profunda hace transpirar nuestras manos, un chiste atrevido nos hace sonrojar de vergüenza, una carta injusta nos inunda de rabia. El cuerpo responde tanto o más que las palabras ante cada momento; la tensión arterial sube, el corazón se acelera, las piernas flaquean, el estómago se cierra, las hormonas trabajan en exceso, etc.

Sin embargo, existe una manera sencilla y práctica de controlar las emociones y modificar los pensamientos que atentan contra la salud física y mental de nuestro propio ser: la visualización. La técnica de la visualización se sirve de la reacción del cuerpo ante pensamientos e imágenes. La visualización es una observación interior. Se trata de interpretar imágenes en forma positiva, para provocar reacciones físicas. Con la visualización se consiguen dominar los miedos, fortalecer la autoestima, entrenar la voluntad e inundar con alegría el subconsciente (el encargado de condicionar nuestras actitudes y sentimientos).

Visualizar para vivir mejor
La visualización suele estar emparentada con lo que algunas personas denominan "los sueños del día", un proceso por el cual los pensamientos divagan de la monótona y aburrida rutina diaria hacia un universo más hermoso, donde los deseos se hacen realidad. Y es en este estado donde se forja un pensamiento positivo y alentador, en definitiva una personalidad optimista que se permite el lujo de disfrutar el presente y apostar al futuro, rescatando todo lo bueno y malo del pasado para transformarlo en una sabia e inteligente experiencia de vida. Visualizar un sentimiento, una idea, un proyecto, es mucho más que soñar con una felicidad futura, es predisponerse para que aquello que deseamos desde lo más profundo pueda alcanzarse de la mejor manera posible. En definitiva, visualizar es ser positivo, es mejorar nuestra calidad de vida.
La visualización se vale del poder de la imaginación y la creatividad, un aspecto mental demasiado olvidado por el ritmo y las exigencias de la vida actual. Y aunque parezca increíble, la capacidad de imaginar es más importante que el conocimiento, ya que nos permite acceder a ellos poniendo en juego todos nuestros sentidos. La visualización, los sueños diurnos, la imaginación, todo significa lo mismo: se invierte la fuerza de las imágenes interiores en la salud, en la autoestima y en la satisfacción.

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