miércoles, 25 de junio de 2014

Pautas para una "alimentación reductora"



Existe una consigna imbatible para mejorar la mayoría de las dolencias actuales: comer sano. Sin encerrarse en regímenes estrictos ni dedicar el día entero a contar calorías, cada vez es más la gente que opta por alimentarse de una manera saludable, completa y pensando en la salud. Aunque lo ideal es mantener siempre estos hábitos, nunca vienen mal algunas recomendaciones al respecto:

• Toma al menos un litro y medio de agua todos los días, además de las bebidas habituales como el té o café durante el desayuno o merienda.
• Come al menos 2 ó 3 porciones de vegetales diarios evitando la utilización de grasas para su preparación. Prefiere ensaladas de distintos colores, tortillas al horno o en sartén de teflón y sopas de verduras.
• Consume sal moderadamente. No es necesario dejarla por completo pero evita agregarla antes de probar la comida.
• Incorpora una cantidad importante de cereales integrales (ricos en fibra) en tu dieta diaria como por ejemplo: pan de salvado, arroz integral y cebada perlada.
• Consume lácteos descremados, frutas y verduras.
• Reemplaza las carnes rojas por pollo y pescado. Con la carne de pescado puedes utilizar proteínas de excelente calidad y con un bajo tenor graso.
• Come 3 frutas por día, una de ellas debe ser un cítrico o kiwi o frutillas porque son una fuente importante de vitamina C.

Más fibra en tu alimentación

Frutas, verduras, carnes blancas y productos lácteos son "necesarios" si pensamos en una dieta llena de energía, plenitud y libre de grasas (clave para contrarrestar a la celulitis). Pero pocas veces se menciona la importancia de la fibra en la mesa cotidiana.
La fibra dietética es la parte de los vegetales que no puede ser digerida por el organismo porque nuestro sistema digestivo no cuenta con determinadas enzimas para desintegrarla. Por eso, actúa como un "barredor" de residuos y según estudios científicos es excelente para prevenir ciertos tipos de cáncer y para mejorar problemas de estreñimiento y de diabetes.
Además, la fibra tiene efectos más que beneficiosos sobre el control y la disminución del peso corporal. Recordemos que la acumulación de células adiposas (grasa) favorece la formación de celulitis. Algunos nutricionistas afirman que los alimentos con alto contenido de fibra tienen muy baja densidad calórica, esto significa que habrá menos calorías en mayor volumen de alimentos. Por otra parte, la fibra colabora para que el estómago se vacíe más despacio, reduciendo así la sensación de hambre y aumentando la saciedad.
Para que nuestro cuerpo reciba la dosis diaria de fibra que necesita para estar saludable es necesario consumir de 25 a 30 grs. Como los cambios bruscos nunca logran resultados a largo plazo, intenta aumentar el contenido de fibra respetando algunos cambios sencillos en la selección de los alimentos y la manera en que los cocinas.

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