Hay determinados deportes que no sólo son
aptos para cardíacos, hipertensos, diabéticos o asmáticos, sino que están
recomendados ampliamente, porque mejoran el estado de salud general y aumentan
la capacidad cardiopulmonar.
Los diabéticos, por ejemplo, se benefician con la natación, la caminata, el ciclismo y el aeróbic. La actividad mejora la absorción de azúcares, lo que permite en algunos casos hasta reducir la dosis diaria de insulina. Por otro lado, los trastornos de columna como la escoliosis y la sifosis pueden mejorar gracias a tres sesiones de natación por semana, y con ciclismo, siempre y cuando un profesor entrenado revise que no se adopten malas posturas.
Los diabéticos, por ejemplo, se benefician con la natación, la caminata, el ciclismo y el aeróbic. La actividad mejora la absorción de azúcares, lo que permite en algunos casos hasta reducir la dosis diaria de insulina. Por otro lado, los trastornos de columna como la escoliosis y la sifosis pueden mejorar gracias a tres sesiones de natación por semana, y con ciclismo, siempre y cuando un profesor entrenado revise que no se adopten malas posturas.
Para los asmáticos el ejercicio físico es casi
indispensable, realizado en ambientes apropiados y controlado por un instructor
o médico. Desde el fútbol, el basquet y hasta el montañismo están permitidos.
Los cardíacos, por su parte, pueden hacer caminatas sin restricciones, y
gimnasia adaptada a sus necesidades. Los hipertensos también tienen los mismos
permisos, y algunos más de acuerdo con su caso particular. En muchas personas,
la actividad física hace bajar los niveles de tensión arterial, facilita el
descenso de peso y la eliminación de líquidos.
*En todos los casos, si existe una enfermedad finalmente debe ser tu propio doctor quien te aconseje qué deporte realizar.
Factores para elegir una actividad
Realizar una saludable actividad física no
sólo significa elegir el deporte adecuado a la necesidad de cada uno, sino
también practicarlo en el momento oportuno, con la ropa apropiada y prestando
atención a ciertas normas que evitarán algunos sustos.
a) La hora precisa: Siempre conviene evitar las horas de calor intenso, es decir, entre las once de la mañana y las tres de la tarde. En realidad, lo ideal es practicar tu deporte preferido a la mañana, bien temprano; pero si no quieres sacrificar tus horas de sueño, intenta hacerlo por la tarde.
a) La hora precisa: Siempre conviene evitar las horas de calor intenso, es decir, entre las once de la mañana y las tres de la tarde. En realidad, lo ideal es practicar tu deporte preferido a la mañana, bien temprano; pero si no quieres sacrificar tus horas de sueño, intenta hacerlo por la tarde.
b)
Atención a los golpes de calor: Si al hacer ejercicio
o practicar tu deporte sientes repentinamente escalofríos, dolor de cabeza o
sensación de vértigo, posterga tu rutina por algunos minutos. Toma uno o dos
vasos de agua fresca y humedece la nuca y las muñecas.
c)
Indumentaria: A pesar de que muchas personas usan
prendas de naylon esperando adelgazar algunos kilos extras, los médicos
recomiendan elegir sólo ropa de algodón que permita transpirar sin
impedimentos.
d)
Estar bien hidratado: Es fundamental tomar un descanso
cada 15 o 20 minutos y beber agua fresca para evitar la deshidratación.
e)
Final en relax: Siempre después de llevar a cabo una
rutina de ejercicios u otra actividad física es aconsejable relajar todo el
cuerpo respirando en forma pausada y profunda, de manera que aflojes todas las
tensiones musculares.
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