Por eso, muchas de ellas priorizando la estética y descuidando la salud han recurrido a dietas estrictas, gimnasia, cirugías estéticas e innumerables tratamientos destinados a perfeccionar su imagen corporal y, naturalmente, acrecentar su narcisismo.
Es curioso que “mientras un gran número de mujeres
se dedica a alimentar su autoestima, otro gran número de jóvenes mujeres y
adolescentes, transcurre sus días sin alimentar su propio cuerpo con el afán de
parecerse al modelo de mujer propuesto por la sociedad”, afirma la
Lic. Raquel Lo Celso, psicóloga. Esto ha
desencadenado las famosas patologías de fin de siglo XX y principios del XXI, entre ellas Bulimia
(obsesión por la comida) y Anorexia (obsesión por la delgadez), llamadas
también como trastornos de narcisismo o trastornos de la alimentación, que
generadas por una incidencia de factores psicológicos o de la historia
particular de cada mujer, y de factores socio culturales, han ido debilitando
la autoestima femenina, colocando en situación de riesgo la propia vida y
generando sensaciones de vacío e inseguridad. Otras patologías asociadas con la imagen son la Vigorexia (obsesión por
el gimnasio) y la Ortorexia
(obsesión por los alimentos dietéticos y naturales).
Es imprescindible tomar conciencia de los riesgos
que, ocasionados por la obsesión desmesurada de nutrir exteriormente la imagen
femenina, conducen muchas veces a desnutrir interiormente nuestro cuerpo, que
representa el tesoro más preciado que tenemos.
“Seria importante que apostemos a la belleza desde
la salud física y mental, cuidando y amando nuestro cuerpo, como un verdadero
arte”, concluye la Lic. Lo
Celso.
El verdadero concepto de “rellenita” y “pulposa”
El título de “símbolo sexual” o “sex symbol” ha
cambiado en los últimos 40 años de manera notable. Por suerte, todo es cíclico
por lo que se está volviendo a la cultura de las mujeres “con carne”.
Paradójicamente Marilyn Monroe, toda una diva de los años 60, hoy sería considerada
una “gordita” por lo gurúes de la moda internacional. El modelo impuesto por
los diseñadores de ropa en los años 90 potenció los problemas relacionados con
el peso corporal, ya que proponían mujeres famélicas, verdaderos esqueletos
humanos que hacían las veces de perchas para lucir la ropa más vanguardista.
Esta moda se cobró la vida de varias mujeres en todo el mundo a lo largo de los
últimos 20 años, por lo que hoy se está volviendo a los cuerpos más rellenos,
es decir, más saludables y acorde con la naturaleza humana. La delgadez debe
ser siempre sinónimo de esbeltez y armonía y no de enfermedad y desnutrición.
Las mujeres “rellenitas” y “pulposas” son en realidad las más atractivas para
el sexo opuesto. Este modelo de mujer se aprecia mucho en las estrellas del
cine italiano como Mónica Bellucci y María Grazia Cucinotta.
Hoy el acceso a la información permite tener al
alcance de la mano las herramientas necesarias para construir un cuerpo
escultural, con curvas y completamente armónico. Sólo es cuestión de adoptar
una conducta saludable y racional respecto a la alimentación y el ejercicio
físico, sin excesos pero también sin descuidos y con mucha constancia.
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