lunes, 6 de octubre de 2014

Tres ejercicios para mejorar la capacidad pulmonar


La capacidad pulmonar es fundamental para conseguir un óptimo rendimiento físico. Cuando una persona permanece inactiva por un prolongado tiempo, comienza a perder gradualmente su capacidad pulmonar hasta el punto que cualquier actividad que realiza, por mínima que sea, le produce un agotamiento físico que lo deja sin aire. Por eso es importante entrenar el cuerpo para aumentar la capacidad de trabajo de los pulmones, incrementando así la capacidad de resistencia del cuerpo y previniendo futuras afecciones respiratorias.
 
Para ello nada mejor que llevar a cabo diariamente tres ejercicios físicos que describo a continuación, que no sólo te permitirán desarrollar una capacidad respiratoria robusta, sino que además te ayudarán a mejorar tu estado físico general. Puedes hacer estos ejercicios antes de cualquier entrenamiento físico o actividad deportiva, en 3 series de 15 repeticiones cada uno. Además, es muy bueno respirar de manera profunda y consciente varias veces al día y en cualquier momento, ya que esto beneficia notablemente los pulmones y te permite purificar el organismo de las toxinas acumuladas. Eso sí, para obtener los mejores resultados debes respirar y hacer los ejercicios siempre al aire libre o en lugares muy ventilados.

1. Con los brazos rectos y cruzados delante del pecho los extendemos hacia los costados hasta formar con cada brazo un ángulo de 90º con el torso (tal como se ve en el dibujo). En este movimiento inhalamos de manera profunda el aire por la nariz. Luego los volvemos a la posición inicial exhalando el aire por la boca. Para un trabajo completo, debemos alternar la posición de los brazos cuando los cruzamos uno arriba del otro.
2. Un muy buen ejercicio que mejora la respiración. Parados con los brazos rectos hacia delante, los movemos hacia atrás lo más que podamos mientras elevamos los talones e inhalamos el aire por la nariz. Luego volvemos a la posición inicial lentamente mientras exhalamos el aire por la boca. Los movimientos deben ser conscientes y pausados.
3. Sitúa dos bancos o sillas una al lado de la otra y sepáralas 45 cm. Entonces, con una mano descansando en el asiento de cada silla, el cuerpo extendido en forma inclinada, los pies en el piso, desciende cuanto puedas entre las sillas, dejando que el tórax se acerque al piso lo más posible. Asciende lentamente y aspira aire por la nariz y al descender nuevamente, exhala el aire por la boca.

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