lunes, 17 de junio de 2013

Olvídate del "mal aliento"



El mal aliento o "halitosis" suele ser causado por diversos motivos, pero en muchos casos es de origen bucal. Los restos de comida que permanecen entre dientes y muelas suelen producir al cabo de una horas un desagradable olor; por eso es importante la limpieza profunda y constante de la boca para conservar siempre un aliento fresco.
Muchas personas suelen sufrir rechazo social debido a su problema de mal aliento, ya sea en el ámbito laboral o con sus parejas. A raíz de ello deben llevarse a la boca una golosina, pensando de este modo que el mal aliento se irá. Sin embargo, se debe tener en cuenta que de esta forma lo único que se consigue es disimular el problema pero no erradicarlo en forma definitiva.
Entre los factores que desencadenan mal aliento están: problemas digestivos, estreñimiento, mala alimentación, dientes cariados, el hábito de fumar, encías inflamadas y úlceras en la boca.

Cómo puedes mejorar tu aliento

Primero y antes que nada, conviene asegurarse si el origen del problema es bucal o no, y en su caso, seguir el tratamiento adecuado. Asimismo, si adoptas diariamente ciertos hábitos puedes mejorar notablemente el problema del mal aliento. Las sugerencias son:

  • Evita las bebidas con cafeína (café, té y gaseosas) y las bebidas alcohólicas, ya son productos que producen mal aliento. Lo mismo sucede con el cigarrillo; intenta dejarlo y veras como cambia tu boca.
  • Evita el consumo excesivo de papas fritas, salchichas o hamburguesas. Así como también los condimentos picantes ya que perjudican el normal proceso digestivo. Aumenta la ingesta de alimentos duros como son la zanahoria y manzana, que barren de algún modo los restos de otros alimentos.
  • Consume abundante agua mineral, sobre todo después de las comidas. Esto favorece la eliminación de toxinas del cuerpo favoreciendo la frescura de la boca.
  • Si padeces de sequedad bucal, consume ocasionalmente caramelos de menta o chicles sin azúcar. Estos productos estimulan la producción de saliva y favorecen la humedad bucal.
  • Realiza una visita al dentista al menos dos veces por año. Dejarse estar puede profundizar el problema de mal aliento. Si luego de una limpieza, la halitosis continua, consulta a tu médico.
  • Adopta el hábito de cepillar los dientes en forma constante y correcta. El cepillo de dientes debe pasarse primero seco y sin pasta dental, ya que así barre todas las basuras. Las pastas dentales deben contener flúor.
  • Higieniza profundamente los dientes después de cada comida. Además del cepillado, utiliza el hilo dental para eliminar los restos de alimentos entre dientes. También emplea el enjuague bucal para eliminar la placa bacteriana que se forma en los dientes.
  • Disminuye el consumo de dulces (golosinas), tortas así como también las galletas. Esto evita la futura formación de caries. Come pan integral en lugar de pan blanco.
  • Sigue una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y cereales integrales. Una persona bien alimentada tiene un aliento fresco. Además, si consumes fibra evitas el estreñimiento y el cuerpo elimina todas las toxinas acumuladas. No comas ajo ni cebolla crudos; si lo haces, degusta un grano de café o mastica perejil crudo para contrarrestar el mal olor.

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