jueves, 27 de junio de 2013

Estrés femenino: ¿Sólo una cuestión hormonal?



Las actitudes de una persona frente a situaciones de estrés o presión no sólo están condicionadas por el carácter, la predisposición o la personalidad, sino también por el sexo. Al parecer, estudios científicos realizados en la Universidad de California han revelado que las mujeres están mejor preparadas para darle batalla al estrés. En cambio, los hombres son quienes demuestran una mayor fragilidad frente a los momentos difíciles. Por su parte, las mujeres que padecen estrés tienden a buscar contacto social en lugar de adoptar una actitud ofensiva o retraída. Esta forma de actuar en realidad está condicionada por una revolucionaria hormona: la oxitocina. Al parecer, cuando sobreviene un inminente estado de estrés, está hormona genera en la mujer una sensación totalmente diferente a la de un hombre, y la lleva a resguardarse bajo su grupo o entorno social.

Asimismo, las actitudes de enojo y furia provocadas por la tensión, y que van desde la agresión hasta la huida, dependiendo de cómo se perciba una situación desencadenante, han sido relacionadas con diversos problemas de salud y adicción, como la hipertensión y el alcoholismo. Tras recabar información biológica y de conducta sobre animales y seres humanos, los investigadores descubrieron un patrón de conducta descrito como "protección y amistad", que emplean las mujeres para hacer frente a1 estrés. Este patrón demuestra que las hembras, tanto en animales como seres humanos, responden a las situaciones estresantes con una actitud protectora frente a su entorno (sobre todo crías o hijos) y buscan fortalecerse con el apoyo en sus pares. Según el estudio, los métodos para desarrollar este contacto van desde conversaciones telefónicas con familiares y amigos, a pedidos de ayuda u orientación en grupos u organizaciones especializadas en el tema.

Las hormonas y los cambios de actitud

Los investigadores han llegado a la conclusión de que la hormona oxitocina es en cierta forma la base biológica de la conducta femenina. Al igual que la adrenalina, la oxitocina es producida por los organismos de ambos sexos cuando se enfrentan a una situación estresante. La diferencia está en que se amplifica su efecto por la hormona femenina estrógeno, y en cambio, parece ser inhibida por las hormonas masculinas.
Además, la oxitocina y sus implicaciones en los comportamientos femeninos, pareciera estar ligada al hecho de preservar y proteger la especie, una disposición suprema y genética que distinguiría a las hembras del reino animal, incluidas las humanas. Durante los conflictos bélicos se ha podido observar que las mujeres dejan de ovular y menstruar. Esa señal hormonal ha sido interpretada como un mecanismo natural de no traer hijos al mundo en tiempos difíciles. Por su parte, los estudios indican que tanto animales como personas con altos niveles de oxitocina son más calmados, más relajados, más sociales y menos ansiosos.

Respuestas de acuerdo al sexo


Las diferentes maneras en que se manifiestan las respuestas a los problemas podrían ayudar a determinar la causa por la cual los hombres son más vulnerables a los efectos dañinos del estrés. Sin embargo, una buena parte de esa respuesta puede encontrarse en que la mayoría de las mujeres elaboran una especie de protección y amistad que, de muchas maneras, puede protegerlas ante la tensión. Eso de alguna forma también explicaría porque las mujeres tienen una mayor perspectiva de vida que los hombres.

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