jueves, 6 de junio de 2013

EL UNIVERSO DE LAS LEYES


“Las mismas leyes en que se basa la Naturaleza para crear un bosque, o una galaxia, o una estrella o un cuerpo humano, pueden convertir en realidad nuestros deseos más profundos.”
Deepak Chopra
    Médico, Escritor, Maestro Espiritual.

El Universo está regido por leyes, aunque la mayoría de las veces no somos conscientes de su existencia. Estas leyes funcionan siempre y de manera impecable a pesar de nuestro desconocimiento sobre ellas. A partir de estas leyes, la vida se desarrolla y sigue su curso. Basta sólo con observar a la Naturaleza para comenzar a tomar conciencia de su inefable existencia. Más aún, la vida misma cobra sentido a partir de estas leyes. Su conocimiento nos permite vivir de un modo tan simple como mágico, lo que muchos consideran una vida milagrosa. La prueba de su comprensión radica en el simple hecho de vivir de acuerdo a estas leyes, y esa acción es la que finalmente nos revela la verdad de la vida.
En los últimos años se ha hablado mucho de las leyes universales, pero he observado que se puede establecer una diferencia entre dos niveles: las Leyes Madre y las Leyes Infalibles. Las primeras sustentan a las segundas. Se trata de comprender que cualquier Ley Universal es infalible, funciona por conocimiento u omisión, no porque queremos que funcione. Pero a su vez todas responden a Leyes Superiores o Leyes Madre, aquellas que lo rigen todo, desde lo más grande hasta lo más pequeño.

“Toda Ley Universal se manifiesta a través de la acción, y se evidencia a través de la observación. La naturaleza pone en movimiento continua y simultáneamente todas las leyes universales, sólo basta observarla para comprender como Dios se hace visible.”

Una Ley Universal es el proceso por el cual lo invisible se manifiesta. Todo lo que vemos viene de lo desconocido, todo lo que percibimos viene de algo que no sabemos que existe hasta que lo hacemos consciente. La Ley es el proceso por el cual la Divinidad, el campo cuántico, lo no visible, o como se quiera llamar, se pone en movimiento y se expresa. Y a partir de allí la vida sucede, que es lo mismo que decir “sucede por ley”. Esto es lo que permite tener una visión y percepción consciente de todo lo que rodea nuestra vida. Y es la llave de acceso a la Gracia de Dios, lo que yo llamo “La Llave del Corazón”. Esa llave está compuesta por cinco leyes infalibles, identificadas como las leyes que actúan en las relaciones humanas, y por sobre todo, en las relaciones de pareja. Ellas son:
- La Ley de la Aceptación.
- La Ley de la Expresión del Alma.
- La Ley del Enfoque.
- La Ley de la No Expectativa.
- La Ley de la Trascendencia.
Quien cuenta con la Llave del Corazón ya tiene acceso a una vida celestial, y a la posibilidad de establecer una comunión sagrada con su Alma Gemela, en el contexto de una relación de pareja sencillamente perfecta.

Si aprendemos a utilizar a nuestro favor las leyes universales, lo que parece una incertidumbre se convierte en un milagro. Las acciones que llevamos a cabo a cada instante determinan si actuamos en contra o a favor de las leyes. Ellas no cambian, lo que cambia son los resultados que se derivan de nuestras acciones en función de las leyes. Están ahí, siempre estuvieron ahí y siempre estarán ahí; ahora que lo sabemos es nuestra gran oportunidad de hacer algo con ellas. Por eso muchos pensadores y líderes mundiales hablan de que esta es la Era del Conocimiento, porque comenzamos a tener acceso a él de una manera inimaginable.
Seguimos nuestra vida como si tal cosa fuere, o nos hacemos conscientes de una vez y para siempre de los elementos que esa Fuente de la que todos provenimos nos pone delante de nosotros; lo que yo llamo “vivir la experiencia de Dios”.

“No se trata de una creencia, las Leyes Universales funcionan independientemente de que creamos o no en ellas.”


 

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